Terrorismo financiero y legitimación de los fondos buitres (por Bruno Lima Rocha)
Terrorismo financiero y legitimación de los fondos
buitres
Bruno Lima
Rocha
El caso de la
renegociación de valores de los títulos de la República Argentina necesita un
análisis en profundidad para entender y hacer la crítica a los operadores
financieros que chantajean a un país entero. Pero en este breve artículo la
meta se queda en la estructura de legitimación que circunda al capital ficticio
–observada a partir de este caso específico– apropiadamente denominada “El
Terror Financiero” por los críticos más contundentes.
Se sabe que el
Sistema Internacional opera a partir de una lógica esquizofrénica, caótica y al
mismo tiempo gira en torno a la búsqueda de consensos. Uno de estos consensos,
impuestos y refrendados por un sistema de legitimación, es el del imperativo
técnico y econométrico sobre la extracción, producción, distribución y colocación
de recursos colectivos. Desde el punto de vista lógico y material, la
financierización sin lastre es una alucinación peligrosa y absurda. Esta lógica
alucinada de comprometer la condición de bienestar material de toda una
sociedad en beneficio de unos pocos conglomerados operando como intermediarios
del dinero y las obligaciones estatales, necesita un aparato jurídico-político
y mediático a su alrededor para beneficiarse, blindando a la opinión pública
mundial ante los elementos más rudimentarios de su crítica.
La red de
hierro alrededor de los fondos controlados por ejecutivos (alta gerencia) que
siempre están beneficiados por los bonos de productividad, aún cuando las
instituciones financieras que ellos controlan se declaren en quiebra, pasa a
través del peso desproporcionado dentro de la superpotencia (los Estados
Unidos) del poderoso lobby de la “industria financiera”. Cualquier estudio
serio observa el crecimiento de los márgenes de lucro de los fondos de
inversión de riesgo (hedge founds) , de los bancos de inversión y de su ala más
inclinada hacia las prácticas agiotistas, los llamados fondos buitres. La
estrategia de usar la fuerza de protección está presente al utilizar una corte
local de los EEUU como tribunal apropiado para el ensayo de una maniobra
jurídica para enfrentar el acuerdo de compra de títulos argentinos con valores
depreciados. Luego que la compra –mal intencionada– pasase al recurso judicial
de pedir la totalidad del valor nominal, materializando la condición de fondos
buitres que devoran la carroña. En este caso la carroña es la riqueza del
pueblo argentino, abriendo además un duro precedente para las otras naciones
endeudadas.
El problema no
reside sólo en el juicio –en una corte secundaria de Nueva York– de la riqueza y el compromiso de un país, por
más que sean justas las críticas al kitchnerismo y sus pésimas elecciones de
doble discurso (nacionalismo discursivo y alianza con las transnacionales en la
práctica económica). El problema de fondo está en tolerar la existencia de este
tipo de práctica, y de forma casi resignada aceptar sus condiciones como
válidas. Una corte de un país no puede juzgar la riqueza de una nación y no
aceptar una apelación al contrato de compra, cuyo valor depreciado era algo del
saber común entre los vendedores (el Estado argentino) y los compradores
(Fondos buitres).
En este caso
específico los operadores son piratas como el republicano Paul Elliot Singer
(no confundir en nada con un economista brasilero de nombre semejante), su
socio Kenneth Dart, la firma por ellos controlada (la Elliot Management,
controladora de NML Capital) y todo un enmarañado de personas jurídicas de
capitales cruzados y con sede en lugares conocidos como paraísos fiscales (como
la NML, que tiene sede en las Islas Caimán). La banda tiene también como
componente al fondo Aurelius n (controlado por un ex empleado de Singer, la
Blue Angel, Capital Ventures, Capital Markets, Caronte, dentro de otras
menores).
El juez
estadounidense Thomas Griesa, que está juzgando la acción, apuesta al cansancio
y la incomodidad. De jurisdicción municipal y bajo la constante presión de la
American Task Force Argentina (ATFA), actúa apoyado por el bombardeo de un
lobby que actúa como frente común, teniendo a la cabeza a Robert Shapiro, ex
Subsecretario de Comercio para Asuntos Económicos del gobierno de Bill Clinton.
De hecho, Griesa actúa como un operador jurídico local –a favor de los fondos
buitres– y apostando a la validez de una ley local mundializada. Es como tener
un juez amigo y ver su sentencia aplicada a todo el planeta. Ya el “mediador”
designado, Daniel Pollack actúa como un prestamista, extorsionando a Argentina
y forzando el pago del valor nominal y corregido a los especuladores.
La justicia del caso y la mediación actúan a favor de los fondos buitres
Completa el
cuadro de terror el hecho de que la clasificación predeterminada de “default”,
de acuerdo con el periodismo económico brasilero y mundial, venga de parte de
una comisión compuesta justamente por los bancos de inversión, los fondos de
riesgo (hedge founds) y los fondos buitres. Basta consultar la lista de esta
composición y del Comité de Determinación de Créditos Derivativos en la
dirección web dc.isda.org . Inclusive Elliot Management es parte de ese Comité,
uno de los buitres que intenta devorar a Argentina como carroña.
Apenas con
citar estos elementos y las instancias decisorias bastaría para deslegitimar la
reclamación de los buitres. Para combatirlos el primer paso, además de no
adherirse al gobierno kitchner, es desenmascarar el aparato y deslegitimarlo.
No podemos imaginar que sea natural que países enteros sean coaccionados y
chantajeados por empresas financieras, que nada producen, mediante compromisos
e interpenetraciones del aparato del Estado en organismos internacionales,
poniendo de rodillas a buena parte de la humanidad. El Terror Financiero
necesita ser combatido.
La cúpula del terror financiero global
El Comité de
Determinaciones de la Asociación Internacional de Swaps y Derivativos (ISDA,
ver el sitio dc.isda.org) equivale a una instancia de clasificación de
“riesgos” que determina si un país está en “default” o no. Este organismo fue
creado en 2009 para intentar imponer una legitimidad a partir de los propios
defraudadores del sistema financiero mundial. El periódico O Globo, en su
edición del 1º de agosto de 2014 (pág.24) presenta la información de quienes
componen este Comité, sin hacer el contrapunto del pasado reciente de estos
conglomerados de la ruleta del capital ficticio. Bastaría consultar en el
dominio de esta Comisión, la composición de sus miembros de las Américas y
cruzarla con las informaciones difundidas por los grandes medios, para darse
cuenta que literalmente, quienes están arbitrando el conflicto son la parte
generadora de las quiebras de 2008.
En el
hiperlink http://dc.isda.org/about-dc-committees/current-dc-members
/#Americas tiene la lista de los miembros con voto en ese Comité.
Esta clasificación muestra quien estaría pagando o no sus títulos y
compromisos. Veamos quien tiene el don de determinar el “default”. Comencemos
con los bancos de inversión Bank
ofAmerica N.A.; Barclays Bank plc; BNP Paribas; Citibank, N.A.;
CreditSuisseInternational; Deutsche Bank AG; Goldman Sachs International;
JPMorgan Chase Bank, N.A.; Morgan Stanley &Co. Internationalplc; Nomura
Internationalplc. Conglomerados
semejantes, pero apenas con voto consultivo son: MizuhoSecuritiesCo.,Ltd.; SociétéGénérale. Ya los votantes que no son bancos de
inversión, operando como hedge founds (fondos de riesgo), incluidos los
llamados fondos buitres son: BlueMountain
Capital Management, LLC; D.E. Shaw &Co.,L.P.; Eaton Vance Management;
Elliott Management Corporation; Pacific Investment Management Co., LLC. Un
miembro del fondo que no es votante es Citadel, y completa el cuadro de los
votos el Ice Clear Credit.
Esto puede ser
una sopa de letras para quien no está acostumbrado a leer tales denominaciones,
pero para los iniciados esta composición es puro terrorismo financiero. Un
bello ejercicio didáctico sería hacer una simple búsqueda con los nombres de
estos conglomerados financieros, apenas a través de los medios corporativos.
Con facilidad veremos que apenas por el hecho de que los mayores apostadores de
la ruleta rusa financiera sean los juzgadores de sus víctimas, el tal Comité ya
es escandaloso por su mera existencia. Tal clasificación –si hay o no hay
default o el no cumplimiento de una
deuda muchas veces decidida por la justicia–
es una especie de taxonomía contractual. Quien sea clasificado como no
pagador, sufre una serie de ataques tales como la venta en masa de títulos
(como en el caso de Grecia) y la consecuente fuga de capitales y alza del
dólar.
Ya es absurdo
suponer que los verdugos puedan juzgar el comportamiento de sus víctimas, y
mucho menos tomar esto en serio. Cualquier investigación de delincuencia
financiera debe mirar a esta composición como un conjunto de de empresas
sospechosas a escala global.
*Bruno Lima Rocha es
profesor de Relaciones Internacionales y Ciencias Políticas.
Lea el texto en el sitio Estratégia &
Análise: http://migre.me/l1n70
Publicación Barómetro
14-08-14
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